domingo, noviembre 05, 2017

Nai dos desterrados

Este año he colaborado en un proyecto de Amnistía Internacional de A Coruña, gracias a la recomendación de Toño Vilaverde, mi librero de cabecera, y que colaboró en la coordinación del proyecto. La idea de AI era crear un fanzine de comics, con varias historias relacionadas con la defensa de los derechos humanos en el mundo, y que sirviesen para concienciar y descubrir la situación de otras personas y otros países a un público general. Es un proyecto en colaboración con varias tiendas de Galicia: Alita Comics (A Coruña/Santiago), Banda Deseñada (Vigo), Totem (Lugo), Librería Paz (Pontevedra) y Sindicato del Cómic (Ourense). El fanzine se distribuyó gratuitamente en el Viñetas desde o Atlático de este año, y también en las librerías que colaboraron.




En el proyecto compartí páginas con compañeros del mundo del fanzine y profesionales ya consolidados: A. Almau, Kike J. Díaz, Jose Domingo, Paula Esteban, Pepe Mansilla, Ana Moreiras, Miguel Porto y Luis Yang. Todo un lujo la verdad.

Yo me centré en la mujer, y más concretamente en la homosexualidad. Me documenté sobre el tema, tanto a través de Amnistía, que me proporcionó material didáctico que utilizan en las escuelas, como a través de noticias y artículos relacionados con la situación de las lesbianas en diferentes países. Uno de los países donde se aplican medidas correctivas a las mujeres lesbianas es la India, que como en muchos países colonizados por los europeos, sufrió una imposición idiológica tanto en el papel de la mujer como en la visión de la homosexualidad.




El primer paso fue escrbiri el guión de la historia, que fue validado por el equipo de AI. Paralelamente a ese proceso, empecé a bocetar los personajes y plantear el storyboard, ya que los tiempos eran ajustados. Además, se añadía la dificultad de que la historia debía contarse en 4 páginas, algo que limita mucho a la hora de desarrollar un tema bastante complejo como los que nos propuso Amnistía.





Una vez terminada esta etapa, dibujé las 4 páginas. Esta primera versión fue también aceptada por Amnistía, pero a pesar de ello decidí modificarla, ya que la narrativa de la última página me parecía muy precipitada.




Una vez hechas las correcciones me puse con el arte final del proyecto. En esta ocasión, en lugar de aplicar los grises digitalmente, como suelo hacer, decidí aventurarme a trabajar con rotuladores. El resultado no me satisface totalmente, pero creo que es importante probar cosas diferentes, y los proyectos colaborativos son la mejor oportunidad para hacerlo.




El fanzine se editará en una versión digital así que, cuando esté lista, subiré el enlace para que podáis disfrutar de todas las historias que lo componen.

No hay comentarios: